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No existen usuarios que no pretendan que el sistema operativo de Windows funcione correctamente. Lamentablemente, los fallos y los problemas son una realidad cotidiana. 

De hecho, después de instalar una actualización, es muy común percibir que el rendimiento del ordenador es mucho más lento, y hasta puede verse seriamente afectado. 

En “Reparación de Ordenadores” entendemos que las actualizaciones de Windows han sido siempre un obstáculo constante para Microsoft, a pesar de sus esfuerzos continuos en los últimos años. Se sabe que son vitales pero también extremadamente delicadas.

Por consiguiente, en ocasiones pueden presentarse fallos durante la descarga e instalación, pero lo peor de todo es el deterioro en el rendimiento general del equipo después de instalar una nueva actualización. 

Ahora, las actualizaciones enviadas por Microsoft son prácticamente obligatorias y tarde o temprano deben ser instaladas en el ordenador. Reparación de Ordenadores-Barcelona.

Vale aclarar que estas mejoran el sistema, agregan nuevas funciones y corrigen las vulnerabilidades de seguridad recientemente descubiertas. Sin embargo, las actualizaciones también pueden causar una ralentización en tu ordenador una vez instaladas. 

No obstante ello, a continuación se presentarán algunos métodos para solucionar este problema y agilizar Windows después de instalar este tipo de software.

Consejos prácticos para resolver la disminución de rendimiento en Windows tras una actualización.

¿Te encuentras con problemas de rendimiento después de actualizar Windows? ¡No te preocupes! Tenemos las soluciones que necesitas para solucionar este desafortunado fallo y devolverle a tu PC su velocidad original.

Desintalar una aplicación de windows que consuma mucho.
  1. Desinstala la última actualización añadida:

    Microsoft te brinda la opción de eliminar la actualización problemática, y para ello deberás dirigirte a la “Configuración”, seleccionar “Actualización y seguridad”, y hacer clic en “Ver historial de actualizaciones”.

    Desde allí, podrás eliminar las actualizaciones no deseadas y recuperar el buen funcionamiento de tu sistema.
  1. Elimina aplicaciones del inicio:

    Al parecer, muchas aplicaciones se configuran automáticamente para ejecutarse al encender tu PC, consumiendo recursos innecesarios. Por tal motivo, abre el “Administrador de tareas” de Windows y dirígete a la pestaña “Inicio”. Ahí encontrarás una lista de aplicaciones que puedes desactivar para evitar su carga automática al iniciar el equipo, liberando así valiosos recursos.
  1. Utiliza el comando SFC:

    Es posible que algunos archivos importantes del sistema se hayan dañado durante la actualización. Para solucionar este problema, te recomendamos ejecutar el comando “SFC”.

    Recuerda abrir una ventana de “CMD” y teclea el comando «sfc /scannow«. Esto escaneará y reparará los posibles errores en los archivos del sistema, devolviendo la estabilidad y el rendimiento a tu PC.

Ahora bien, si ninguno de los métodos anteriores ha funcionado, no desesperes, ya que puede pasar que debas esperar a las próximas actualizaciones de Microsoft, las cuales podrían solucionar los problemas que ralentizan tu ordenador. 

No obstante ello, si todas las opciones anteriores han fallado, considera reparar la instalación de Windows, ya que podría haber quedado corrupta. Para eso deberás llevar tu equipo a algún servicio técnico especializado. Reparación de Ordenadores-Barcelona.

(S.M.C)

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